Es Navidad. Las calles enloquecen con su bullicio y las personas deambulan por ellas envueltas en luces de colores. Risas, regalos y diversiones…pero en algún sitio de la ciudad no tan ruidoso también hay llanto y dolor.
Nochebuena para todos, pero en desigualdad de condiciones.
Hospital de Santa Lucía, 10 de la noche.
Hospital de Santa Lucía, 10 de la noche.
Enfermeros y médicos cuentan los minutos para terminar el turno y marchar a casa, otros intentan alegrar la noche de trabajo que les queda por delante.A los enfermos con alguna posibilidad los han dejado salir a casa para cenar en familia...pero hay otros que quedan en las habitaciones.
Los pasillos vacíos. Un bonito Belén nos recuerda que estamos en Navidad, un nacimiento... y un pozo de los deseos con una cuantas monedas dentro. ¿Quién sabe qué deseos habrá en su interior? Seguramente está en aquel pozo el verdadero espíritu de la Navidad, el deseo personal para el bien de otro, el ver de nuevo, en la cara de un familiar una sonrisa.
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